GAZA ES LA MAYOR CÁRCEL A CIELO ABIERTO DEL MUNDO


La enfermera y activista valenciana Emilia Nacher regresa a casa tras ser arrestada por el gobierno israelí a bordo de la "Flotilla de la Libertad"

Sandra Urbina
Fuente: Levante-emv
Una mochila vacía y una bandera palestina a modo de pañuelo fueron las únicas pertenencias con las que la enfermera y activista Emilia Nacher regresó ayer a València, cuatro días después de ser capturada por el ejército israelí a bordo de la embarcación Al Awda cuando, junto a otros 22 compañeros, trataba de romper el bloqueo marítimo que sufre la población de Gaza desde hace más de diez años.
El barco, que formaba parte de la llamada «Flotilla de la Libertad», cargaba con medicamentos, gasas y otros productos sanitarios de primera necesidad para cubrir el vacío sanitario que la población palestina sufre con la ocupación y el bloqueo israelí. «No somos criminales, pero fuimos tratados como tal simplemente por querer ayudar al pueblo palestino», indicó Nacher a su vuelta a València con una sonrisa llena de serenidad en los labios a pesar del mal trago pasado.
«Mi energía responde a saber que ahora todos los medios españoles se están haciendo eco de lo que ha ocurrido, que hemos sido un altavoz para dar a conocer los horrores por los que el pueblo palestino pasa cada día con el régimen sionista de Netanyahu», explica Nacher. Y es que tras ser atacada por los soldados que interceptaron el barco «de manera ilegal» («me golpearon y me arrastraron por el suelo») y de despojarla de todas sus pertenencias, Nacher pasó tres días encarcelada en una prisión israelí a la espera de un juicio que dictase una sentencia contra ella y sus compañeros.
«Nos encerraron a cuatro mujeres en una celda de seis metros cuadrados plagada de cucarachas», rememora Emi, como la llaman sus amigos. «Y esto pasa cada semana. Gaza es una cárcel a cielo abierto, la mayor cárcel del mundo, su gente vive desastres diarios inimaginables; estamos hablando de un régimen que viola sistemáticamente los derechos humanos de un pueblo. Y si alguien se atreve a denunciar el maltrato israelí, lo asesinan o encarcelan», explicó refiriéndose a la joven activista Ahed Tamimi liberada hace apenas unos días.